Hace siglos que no te he escrito, sin ninguna razón
particular.
Sin embargo, muchas cosas han cambiado en mi vida desde
la última vez que me puesto en contacto contigo. Me he movido de casa paternal
a vivir con mi novia en un apartamento horrible en Aglantzia. Nos casamos hace
más o menos un año, y después de nuestra luna de miel en América del Norte
estamos listos para tener hijos. Por este jaleo de cambios en nuestra vida y el
caos, no tenía ganas de escribir en español, algo que todavía me cuesta tiempo
de hacer, aunque también me da mucho placer.
De todos modos, ahora estoy aquí, decidido a dedicarme de
nuevo al aprendizaje de español, y escribir textos nuevos para mi blog.
Afuera es un día gris. Estoy resfriado en casa, no he ido
al trabajo, y he pasado el tiempo mirando por la ventana; Llueve a cántaros y
eso me encanta. He pasado toda la tarde así, hasta que me hundí en el sofá para
matar el tiempo, viendo una película española que se llama “Que Mueran Los Feos”,
y que se trata de la historia de un campesino, Eliseo, que quería dejar su vida
como agricultor en el campo, para encontrar el amor en la ciudad. Después de
varios acontecimientos desgraciados que no están importantes que los mencione,
se quedó en su granja con su cuñada, otra desafortunada y miserable mujer, con
la que se casa al final de la película.
Fue una película agradable, de verdad, aunque un poco larga.
Duró más o menos dos horas y mientras tanto yo me dormí unos minutos. Pero, eso
no es el tema de lo que yo quería hablar. Había una escena donde el
protagonista admite que su canción favorita, Eres Tú, de Los Mocedades. Dijo que esa canción de los años setenta
marcó su infancia, y unas escenas después aprendemos que marcó también la vida
de su cuñada. El problema fue que aunque la canción tenía mucho éxito en su
época, (y además de eso representó España en el concurso de Eurovisión 1973
ganando la segunda posición, por eso yo la conozco bien), la gente lo
consideraba pasado de moda y de mal gusto. Al protagonista le gustaba, pero le dio
vergüenza admitirlo.
La escena en la que Eliseo estaba bebiendo copas con una
chica, mientras esta canción empezó a sonar en el bar, me chocó directamente en
el corazón. La chica rechazó la canción con una gestión de su cara, cuando él
se quedó helado, a lo mejor pensando que no iba a ser la ocasión más ideal para
dedicarle las letras de la canción. “Como una promesa, eres tú, eres tú, como
lluvia fresca en mis manos…” No es necesario mencionar que la cita tenía un
final sin gloria.
Creo que es muy importante que las parejas compartan el
mismo gusto por la música. Por mí, en innegociable convivir con una mujer que
no aprecie el tipo de música que a uno le gusta. Una de las razones por las que
decidí casarme con mi mujer, fue la canción Felicitá.
Durante nuestra primera cita descubrí que ambos amábamos al Al Bano y a
Romina Power, (una pareja italiana, que tenía mucho éxito en los años ochenta).
Igualmente, hoy en día esa canción se considera muy
antigua y muchos italianos prefieren morirse que escucharla por la radio. Pero,
a nosotros nos marcó la relación, la escuchamos frecuentemente, y no vas a
creerlo, pero cuando estábamos de vacaciones en Letonia, en agosto de 2014,
visitamos el restaurante de Al Bano en el centro de la capital, para cenar, y
sacar fotos con los objetos personales de la pareja, que estaban mostrados
dentro de una sala. Increíble, ¿no?
Hablando de eso, pienso que es hora de cantarlo una vez
más.
La música es el corazón del amor.