Τρίτη 29 Οκτωβρίου 2013

Trabajando Con Gente Que Odias

¿Te he dicho que hemos empleado una directora nueva en nuestro grupo de aficionados del teatro no? Bueno, si no te lo digo ahora. Como no podíamos trabajar más con la ex directora, que llegaba a las pruebas siempre muy tarde, o no llegaba casi nada, decidimos que la mejor opción era emplear otra persona para hacer el trabajo.

El marzo pasado un miembro de nuestro grupo nos presentó a Violeta. Violeta sería nuestra nueva directora. A pesar del entusiasmo principal, Violeta se convirtió en una pesadilla real. Desde el momento que empezamos las pruebas se comportó cómo un dictador y la mayoría de los miembros teníamos y tenemos hasta hoy muchos problemas con su comportamiento.

Personalmente, estoy harto con ella. Admito que la odio. Durante las pruebas me hace comentarios irónicos sobre la manera en la que actúo. “Hablas con acento, y tu pronunciación es rara” dice. “No te muevas tanto tus manos, me molesta y parece mal a los espectadores” añade. Además, cada vez que tengo que sugerir algo, lo rechaza con una cara tan aborrecible como si le insulte la madre.

Lo peor es que no se comporta así con todos los compañeros del grupo. Es obvio que está más rigurosa con miembros que les caen fatal, y más amable y amistosa con miembros con los que tiene buena sintonía.

No aguanto más ésta situación. He llegado al punto que no quiero participar en este grupo. Creo que mi tiempo libre vale mucho más y no vale la pena asistir a las pruebas si me enfada tanto esa perra, y después tener que tomar pilas para relajarme. He decidido que voy a guardar la distancia hasta el estreno, y el año que viene renunciaré.     


No puedo trabajar ni cooperar con gente que odio. 

Τρίτη 26 Μαρτίου 2013

Si Fuera El Presidente


De primero, déjame aclarar que nunca en mi vida he pensado en ser el presidente de un país lleno de problemas como Chipre. Nunca he soñado con ser el líder político de una isla cuya población es tan corrupta y no se preocupa de nada sino el dinero. Por esas razones, entiendes que lo que yo haría si fuera el presidente es totalmente hipotético.

Si fuera el presidente de Chipre ordenaría que detuvieran todos los ministros del gobierno anterior y además el ex presidente Christofias. Creo que son completamente responsables en cuanto a nuestra catástrofe económica, algo para lo que tienen que pagar. Al mismo tiempo, si fuera posible, quería que prohibieran a sus votantes participar en cualquier actividad del estado. Por fin, alguien tiene que castigar la estupidez humana.

El segundo que haría fuera luchar contra el analfabetismo. Es increíble cuantos chicos hoy en día no saben escribir ni siquiera hablar correctamente. Una mirada en algunos blogs en la red, donde la mayoría de la gente escribe textos llenos de errores ortográficos, muestra que se trata de un problema muy serio. El aprendizaje de la historia griega y chipriota fuera otro factor en el que invertía. Creo que la raíz de la mayoría de nuestros problemas políticos es la ignorancia de nuestra historia, que llega a la ausencia de una identidad nacional fuerte.

Para terminar, como presidente de este país, nos compraría una hélice gigante que transformara el país en un helicóptero supernatural. Con eso, podríamos trasladarnos a otra parte del mediterráneo y evitar nuestros vecinos violentes que hasta ahora nos causan sólo problemas. Prefiero perder nuestra posición geopolítica que ser responsable para nuestro malo destino, y tener paz de mente como nos merece. ¡Qué me votéis, por favor!

Τρίτη 5 Μαρτίου 2013

Los Demonios



El marzo es un mes muy importante para mí. Es el me que esperaba desde hace veinte años y eso porque mi cantante favorita, Anna Vissi, va a presentar de segunda vez su opera rock “Los Demonios” en el teatro “Palacio” en Atenas. Una obra que adoro y que despierta las memorias más emocionantes de mi vida.

Tenía sólo once años cuando Anna Vissi presentó la obra por primera vez. Yo era tan joven que mis padres no podían llevarme a Atenas para verla. Por eso pasaba todo el tiempo escuchando el CD y “dibujando” en mi mente las imágenes de los años medievales, cuando la reina Rosana dio el permiso al juez para quemar a la bruja que practicaba magia negra. Como entiendes, la obra se trata de una historia de princesas y brujas que fascina la mayoría de los niños.

Por eso empecé a enseñar a mi hermana y a mis primos el libreto y poco después les dirigía como presentar las escenas delante de la cámara en el salón de mi abuela. Tengo el archivo en mi ordenador y lo veo de vez en cuando, agradeciendo a Dios por los momentos felices de mi infancia. Por eso, me temo que cuando veré el espectáculo de nuevo, me voy a decepcionar.

Sé que la obra no va a dar el sentido de aquella época, cuando todo parecía más simple y puro. Es verdad que, a través de los “Demonios” estoy buscando los años perdidos de mi infancia y dentro de mí estoy esperando que me hagan que viajar a los años noventa. Como siempre ¡estoy en las nubes!

Por lo tanto, no tengo ninguna duda que el espectáculo será una experiencia fenomenal para los griegos y un matiz extravagante en la civilización moderna. 

Τρίτη 19 Φεβρουαρίου 2013

Capricios Alimentarios


Aunque soy de Chipre, un país con tradición en la comida, como la mayoría de los países en el mediterraneo, no disfruto la comida. Desde mi enfancia tenía problemas con la alimentación: no quería comer nada que me parecía mal o que olía. Cuando tenía cuatro o cinco años y podía elegir los platos que mi abuela preparaba para la cena, rechazaba todo lo que no me alegraba la vista. Si un plato está un poco “desordenado”, con los ingredientes mezclados, ningún bocado entra en mi boca. Lo sé, es un poco loco, pero es la verdad trágica.

Puedo recordar a mi madre, que estaba harta conmigo, corriendo y gritando mientras me perseguía por las habitaciones y la cocina con el tenedor en la mano, para darme la comida por la fuerza. Sin duda, es una memoria maldita que hasta hoy me persigue. Después de muchos intentos fracasados, mi madre se rindió, aceptando que su hijo era un raro en cuanto a la comida, y nunca volvió a intentar cambiarme de opinión.

He crecido comiendo solamente macarrones, verduras, fruta y productos lácteos. Bebo mucha leche y como mucho yogur y queso. No niego que me encantan los dulces y cada tipo de postre. La carne y el pollo son alimentos que no he comido hace décadas. Eso me cause numerosos problemas especialmente cuando estoy en el extranjero y no puedo encontrar restaurantes de cocina mediterránea, o cuando estoy invitado para cenar y tengo que informar a los anfitriones sobre mis platos preferidos. Es algo de esencia psicológica, algo que me da mucha vergüenza, pero no puedo hacer mucho para cambiarlo.

Para expresarlo mejor, no existe aún el motivo perfecto que me convenza cambiar de postura.

Lo único que puede cambiar esa situación es mi salud. Si el médico me dice que tengo el colesterol alto y que tenga más cuidado, lo haré. Hasta entonces, me temo que continuaré comportarme así.